Blog dedicado a las Ciencias de la Naturaleza y a los temas de interés general
viernes, 1 de marzo de 2024
Salvemos a los parques nacionales
La República Argentina cuenta con un extenso territorio de poco más de 2780000 kilómetros cuadrados, a lo largo de su extensión limita con 5 países: Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay.
Por cuestiones climáticas, geográfica, de flora y fauna, entre otros factores, se divide en regiones
Un parque Nacional es una categoría de área protegida que cuenta con respaldo legal que obliga al Estado a conservar la flora y la fauna de determinadas regiones consideradas como tal. En la página oficial de Parques Nacionales mencionan que se encargan de la gestión de las áreas protegidas más importantes de la Argentina, tales como espacios de conservación del patrimonio natural y cultural, investigación, turismo sostenible y desarrollo local.
Frente a una diversidad tan significativa, la ley de Argentina establece según el Artículo 2° del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un área protegida es un “área definida geográficamente que ha sido designada o regulada y es administrada a fin de alcanzar objetivos específicos de conservación”
Las áreas protegidas constituyen una estrategia fundamental para la conservación a largo plazo de la diversidad biológica y cultural, proporcionando bienes y servicios ecosistémicos esenciales para la sociedad y la vida en general. Algunos beneficios y valores que brindan son:
Proteger las cuencas hidrográficas y los suelos.
Colaborar con la regulación del clima.
Proveer recursos y materias primas, alimentos y medicinas.
Contribuir al control biológico de plagas y enfermedades.
Brindar el marco ideal “in situ” para la investigación científica, la educación y la capacitación ambiental.
Permitir el desarrollo de actividades turísticas y recreativas sustentables que habilitan el desarrollo social y económico local y regional.
Proporcionar valores culturales, emocionales y espirituales obtenidos de las relaciones del ser humano con los ecosistemas.
Constituir escenarios de integración de la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible.
Existen en Argentina 539 áreas protegidas registradas que integran el Sistema Federal de Áreas Protegidas (SiFAP). Las áreas protegidas continentales, que incluyen también áreas costero-marinas, no estrictamente marinas, cubren una superficie de 44.203.352 hectáreas. Representan el 15,90 % del territorio nacional continental.
Identificar las áreas protegidas en nuestro país.
Se puede visualizar el mapa de los parques Nacionales en nuestro país, a través del siguiente enlace o bien, escaneando el siguiente código QR.
Visualización del video "Parques Nacionales"
Investigación o salida de campo.
Según la localidad en la que se encuentre la institución educativa, resulta interesante reconocer, identificar y, acercarse en la medida de lo posible al Parque Nacional más cercano.
Parques Nacionales con entrada gratuita.
Si bien, estos parques no cuentan con el despliegue de otros, que sí cobran entrada, son un buen motivo para interiorizarse en la cultura local y su riqueza natural.
El origen de este parque se remonta hacia 1990, cuando se crea la Reserva Natural Otamendi. Así también es considerada un área fundamental para la preservación de aves. En su recorrido se destacan las cortaderas, las flechillas y otros pastos. Si bien resulta un buen sitio para observar animales como cuises o el hurón común, quien brinda el nombre al parque es el Ciervo de los pantanos.
Con un paisaje dominado por islas, arroyos, lagunas y riachos influenciados por el río Paraná, destacan los irupés con hojas flotantes de gran tamaño.
Entre los animales que forman parte de la fauna, se pueden mencionar los coipos, los carpinchos, las comadrejas coloradas, los gatos monteses, el lobito de río y el yacaré overo.
En este parque, el martín pescador grande, es el ave emblema que destaca por su cabeza voluminosa y un importante pico recto y agudo que usa para “arponear” peces.
Ubicado al oeste de la provincia de Córdoba, en el centro de las Sierras Grandes, fue creado el 28 de noviembre de 1996 por Ley 24.749. Su superficie alcanza las 37.344 hectáreas y pertenece a la ecorregión Chaco Seco, distrito serrano. Por su emplazamiento central y su altura, este Parque Nacional tiene una biodiversidad única en el país, con diversas características afines a los ambientes andino-patagónicos.
El parque se caracteriza por vegetación como el caldén, varias especies de fauna amenazadas -como el águila coronada, el cardenal amarillo o la tortuga terrestre- y pictografías que son huellas milenarias del paso del hombre.
Son típicos de la región los guanacos, los zorros grises, los pumas y las maras, los ñandúes y las martinetas. El emblema del parque es el gallito copetón, que suele correr por los claros de los bosques y entre los arbustos de la estepa.
Un paseo histórico con una antigüedad de 150 millones de años, cuando existía un gran bosque de araucarias, además de pinos y helechos, entre otras plantas, con un clima cálido y húmedo. Debido a las erupciones volcánicas, se produjeron cambios que dejaron al bosque bajo capas de ceniza y otros sedimentos.
En la actualidad, el paisaje está dominado por la estepa y entre arbustos y coirones afloran los troncos petrificados. Se destaca el cerro Madre e Hija, cuyos restos pertenecen a un volcán cuyo origen se estima en unos 18 millones de años atrás. El emblema de este parque es el guanaco, típico habitante de la zona.
Es un paisaje marcado por la aridez, el paraje rojizo y las serranías erosionadas por el agua y el viento, dando lugar a laberintos, farallones, barrancos y graderías rojizas.
Entre los senderos que se pueden recorrer hay que tener en cuenta Flora, Miradores y Guanacos, que son autoguiados. También son muy interesantes Farallones y Huellas del Pasado, que se hacen con guía obligatorio.
Con fuerte influencia de las regiones vecinas chaqueña, paranaense y del espinal, destacan los pastizales y los palmares de yatay, como así también los bosquecillos de laurel y de timbó. Resultan ser hogar de aves amenazadas como el yetapá de collar o la monjita dominicana.
El emblema de este parque es el yacaré negro, uno de los reptiles más grandes del país. El mburucuyá del nombre homenajea a una enredadera que trepa a otras plantas buscando la luz.
Fichas informativas
Desde nuestros espacios de formación, se puede solicitar que los estudiantes completen cuadros comparativos donde rescaten la información relevante de los Parques Nacionales
En el próximo posteo abordaremos la importancia de estas áreas protegidas que, a veces se encuentran (des) protegidas del accionar humano frente a la falta de concientización y sensibilización ante la convivencia con nuestro entorno natural. Nos leemos...
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